Estaba viviendo en Besanzón, Francia, un pequeño pueblo a 1h30 de París. No se que se apoderó de mí porque ese año estaba empeñada y convencida que iba a pasar mi Domingo de Pascua de Resurrección en el Vaticano y estaría en la misa con el Papa Francisco.
Estaba corta de tiempo porque mis clases de francés me impedían tomarme toda la semana para estar en Italia, así que no lo pensé dos veces, lo hablé con mis papás y compré de una vez los billetes. Una vez en Roma, me quedaría con prima quien estaba estudiando italiano. Recuerdo que ese sábado ella iba a salir con unos amigos y le pedí que porfavor estuviera aquí temprano para que por lo menos tuviera unas pocas horas de sueño antes de salir a las 5:30am del Domingo. Al final, mi prima llego a las 5:00am, me hizo unas arepas divinas y salimos a encontrarnos con unos de sus amigos quienes nos acompañarían. Llegamos a la Basílica de San Pedro alrededor de la 5:55am y esperamos a que nos dejaran pasar. Resulta que para entrar a la sección en donde estan las sillas necesitabamos una especie de invitación que se debía tramitar unos cuantos meses de antelación pero ocurrio una especie de milagro, el guardia nos dejó pasar sin la invitación (alrededor de las 7:10am) y ¡nos sentamos cerquísima! Mi emoción no era normal, a pesar de la lluvia que había comenzado desde las 6:30am. Todos estabamos preparados para la lluvia porque la mayoría de las personas a las que mi prima le había comentado que asistiría a la misa le dijeron que estaba loca porque ese día siempre caía un ¨palo de agua¨ (una GRAN lluvia). Yo fui vestida con una camisa manga larga, un suéter, mi abrigo impermeable, blue jeans, botas de lluvia, cartera de tela semi-impermeable y un paraguas. Esperabamos y esperabamos y nada que salía el Papa, ya eran alrededor de las 10:30am cuando decidimos ir de vuelta al apartamento de mi prima porque nuestra pneumonia al día siguiente sería descomunal. Llovía tanto que ya la lluvia traspasaba el paraguas y ya toda mi ropa escurría agua (sí, TODAS las capas de ropa que tenía). Al llegar al apartamento, enecendí mi laptop para ver la misa online que comenzó a los 15min de haber llegado. Estaba convencida, no me iría sin antes ver al nuevo Papa, al Papa Francisco. Mis papás me decían: ¨Hija, quedate esa semana y disfruta mientras puedas, no te preocupes por el curso, estas oportunidades son únicas, busca otro vuelo y si no puedes no te montes en el avión pero quedate¨. Al final de todos sus sermones me quede, tenía mi segunda oportunidad para ver al Papa y la tomé. Todos los miércoles hay audiencias que son para todo el público, en donde el Papa expone un tema y hace un reflexión sobre ello en varios idiomas. Ese mismo miércoles me paré temprano y estaba de primerita en una de las barrandas puestas en la plaza de San Pedro esperando al Papa. Habían miles de personas de todas partes del mundo gritando y esperando al Papa. Cuando lo ves en vivo y te pasa por delante la sensación, es única, indescriptible, la podría describir con una pablara (aunque una sola palabra es injusta para este encuentro), PAZ, una paz que te inunda y llega a lo más profundo de tu Ser. Mi regreso a Francia fue el viernes de esa misma semana. Definitivamente, esta fue una de las Semana Santa más especiales que he tenido.
1 Comentario
Desde Febrero de ese año quería ir a Verona a ver la casa de Julieta y pasar mi 14 de feberero allá. Una semana antes hablé con mi prima y le comenté de mi viaje y me pidió que la esperará, que no fuera para que pudieramos ir juntas. Así que pospuse todo para cuando fui a visitarla en Semana Santa.
Desde que vi la película ¨Cartas a Julieta¨, ir a la casa de Julieta entró en mi bucket list. Nuestro viaje en tren fue de unas 3 horas apróximadamente. Al llegar estabamos un poco perdidas porque la estación quedaba a casi 20 minutos caminando del centro de la ciudad y no entendiamos muy bien si habiamos llegado al sitio que era. No se si solo sea una simple casa, o si Romeo y Julieta en verdad existieron, sólo se que la energía en esa ciudad y en la Casa de Julieta fueron mágicas. Habían cientos de personas por las paredes de la casa y dejando ¨cartas de amor¨, cómo se muestra en la película que les comenté. Yo sí deje mi candado en el árbol que esta en ese lugar, capaz y me encuentro con algún amor así (No lo creo, pero soñar es gratis, ¿no?). El balcón de la fotos, se dice que es aquel en donde Romeo le declaró su amor a Julieta. Luego de la casa de Julieta nos encontramos con una amiga de mi mamá, nos llevó a la casa de Romeo y almorzamos juntas. Después de la comida tomamos los autobuses que te dan un tour por la ciudad y sólo les puedo decir que Verona está en mi corazón. Les dejo algunas fotos para que me acompañen a viajar una vez más a Verona. [Anécdota: Dicen que si tocas el busto de Julieta encontrarás al amor verdadero pronto, no se si será cierto pero como no sé cuando vaya a volver a esta ciudad lo hice.] Aquí les dejo algunas fotos de cuando tuve la oportunidad de ir al Grand Prix de Monaco. En realidad, son mis intentos de fotos, los carros iban tan rápidos que era díficil tomar una buena foto nítida con la cámara que tenía al momento.
Lo que quise decir: Los copos de nieves son reales!
Estaba caminando por las calles de Besanzón cuando vivía allá y les confieso que siempre dudé que los copos de nieve fueran tan perfectos como aparecían en las películas, ¨Frozen¨ por ejemplo. Mi percepción cambió completamente cuando conocí por primera vez la ¨nieve bonita¨, aquella que cuando cae nos regala estás únicas y perfectas figuras, porque también está el otro tipo que literalmente pareciera que alguien en el cielo estuviera haciendo un raspadito y a nosotros nos cae el hielo pero no llega a ser lo que se conoce un granizo porque es más pequeño. Volviendo al tema de los copos, según varios científicos, ¿sabían que es casi imposible que caigan dos copos de nieves iguales? Imagínense cuántas formas distintas caen para que ninguno se repita, pueden existir similares pero cada copo es único. Todo sucedió tan rápido que de un momento para otro vi varios copos diminutos cayendo y posandose sobre mi cabello y sobre mi abrigo. Les regalo está foto para que se emocionen y vuelvan a ser niños, al igual que como me paso a mí la primera vez que los ví. |
Archivos del Blog
Marzo 2017
Categorías
Todos
|